La semilla de lino, también conocida como linaza, es un alimento muy beneficioso para la salud. Algunos de sus principales aportes:

• Rica en omega-3: Ayuda a reducir el colesterol malo y protege la salud cardiovascular.

• Fibra: Favorece la digestión, previene el estreñimiento y mejora la salud intestinal.

• Antioxidantes: Contiene lignanos, que combaten el envejecimiento celular y reducen el riesgo de enfermedades crónicas.

• Control del peso: Su fibra soluble genera sensación de saciedad, ayudando a controlar el apetito.

• Regulación hormonal: Los lignanos pueden ser beneficiosos para la salud hormonal, especialmente en mujeres.

• Propiedades antiinflamatorias: Ayuda a reducir la inflamación en el cuerpo.

Algunas recomendaciones para consumir semillas de lino y aprovechar sus beneficios:

1. Molerlas antes de consumir: Las semillas de lino enteras pueden pasar por el sistema digestivo sin liberar sus nutrientes. Molerlas justo antes de consumirlas ayuda a aprovechar al máximo sus propiedades.

2. Aumentar la ingesta de agua: Al ser ricas en fibra soluble, necesitan agua para expandirse y facilitar el tránsito intestinal.

3. Almacenarlas correctamente: Las semillas molidas deben guardarse en un recipiente hermético en el congelador para evitar que se oxiden y pierdan nutrientes.

4. Consumirlas en pequeñas cantidades: Comienza con una cucharada diaria e incrementa gradualmente para evitar malestar digestivo.

5. Incorporarlas en recetas: Úsalas en batidos, yogures, ensaladas, panes o galletas para enriquecer tus comidas.